
15/10/2024
Para todos los que Quiero.
Puedo luchar contra el destino, una y otra vez, una, una y otra vez y una y otra vez de nuevo...
No me cansaré de cansarme.
Sabes?
Podría sublevarme, es verdad, porque cada vez me queda menos tiempo, tiempo de vida (ya cuento los cumpleaños que quizás me quedaren, si hay algo de suerte), sublevarme, digo, contra el totalitarismo de un destino que me hace parecer más cercano a mu**to...
Líneas rectas, no existen las siluetas... Todo es inmediato, los días se escapan, no hay razón para despertar empalmado, como escapando de un letargo... Como deseando hacer realidad tus sueños de "todo a cien", para los cuales nunca hay oficina del paro, nunca hay un "calienta que vas a salir".
Pudiera aunarme, solazarme, recrearme quizás junto al caos, esperando cualquier resolución, ajeno a mi voluntad, dejarme llevar, hasta el punto y final. Pasar de todo, buscar alguna droga que me diluya entre la realidad y la ficción, separarme del mundo, hacerme cobarde ante los golpes.
Todo es suburbio, tubos de escape del corazón, mientras algo dentro de tu cabeza (cada vez más menguante) lucha por reclamar un cristal limpio o claro o un paño límpio en donde no se reflejen las huellas dactilares de los sueños que mueren sin nacer. Abortos de Ilusiones, toda una vida gestantes, ahora, casi al final nonatos, candidatos a la alfombra roja de los abortos de Sueños.
Sin darte apenas cuenta, se rompe la Baraja, aquél juego de nacer/crecer/reproducirse/morir... Ahora sólo se vé en este horizonte un único lema, que es morir.
Y yo me rebelo. Por qué morir? Por qué dejar de soñar? Por qué no seguir creciendo?... Creciendo hasta el final, que ya llegará, cuando se pare nuestra ruleta...
Duele el Camino, duele cambiar, duele soñar, porque duele lastimar, duele caminar, que no escapar, duele el no saber un idioma en el cual sepan lo que quieres decir, duele este mundo que a veces no parece el tuyo...
Duele doler. Duele ser dolido...
Camino, todo se rompe. No existe el suelo, el cielo, a veces tampoco. No sabiendo a donde mirar, me quedan cachos de sueños, los coso antes de acostarme... Mañana... Ya veremos.
No sé si soy justo, hago mucho daño, seguro, al querer serlo, se me escapa la vida... la única.
Mañana, echaré otra moneda. Mi**da de máquina de vivir tragaperras. Hay que seguir, quiero, quiero seguir...
Pero cansa, agota, consume, dilapa, constriñe, disipa, derrocha cualquier bocanada de sobrevivir.
Algo muere, día a día. Y yo incapaz de detener la hemorragia. Y los demás sufren, cada uno con su porción de soledad, mientras mis sueños ( y los suyos) luchan por sobrevivir en este epílogo de mi**da.